Son muy variados los motivos que llevan a tantas personas a querer formarse para ser instructores de yoga.
Formarse para ser Instructor de Yoga en Tenerife
Pero la base de todas las motivaciones es siempre su deseo de profundizar en esa práctica que tantos beneficios les ha aportado.
Desean conocer a fondo las técnicas de respiración, las asanas y sus variantes, las técnicas de relajación, meditación, conocimientos de la anatomía humana, formas de vida saludables, etc y aprender a dirigirlas a sus futuros alumnos.
Quieren que el yoga se transforme en su modo de vida y al mismo tiempo, porque no, en su medio de vida con la posibilidad de trabajar impartiendo clases de yoga.
En definitiva desean saber los “porqué” de cada indicación que reciben cuando toman sus clases regulares.
Aprenden también a planificar clases dirigidas a diferentes patologías y a ayudar a personas con problemas físicos.
Y muy importante, aprenden a saber encontrar calma y sosiego a partir de la Energía interior de la que tanto hablan las escrituras sobre el yoga desde tiempos inmemorables y poder enseñar a los demás a conseguir esa misma paz.
Convertirse en instructor de yoga es una experiencia muy gratificante a la hora de recibir el agradecimiento de los alumnos, se produce una empatía muy agradable y positiva.
Saber transmitir el yoga cambia definitivamente la propia vida y la de las personas que se acercan a disfrutar de nuestras clases.
En definitiva, el proceso de aprendizaje del yoga ya genera ilusión y alegría al mismo tiempo que vamos forjando una herramienta para poder trabajar de lo que tanto nos gusta y nos cambió la vida.
Pocos trabajos remunerados generan tanta felicidad como el de ser Instructor de Yoga.
Apúntate ya a nuestro Curso de Instructor de Yoga en Tenerife. ¡Es tu momento!