La postura en la meditación es muy importante. Lo que se debe tener en cuenta a la hora de meditar es lo siguiente:
- Verticalidad en la columna
- Permanecer en inmovilidad durante el tiempo que dure la meditación
- Ha de tener firmeza sin tensión, estabilidad sin rigidez
- Ha de ser una postura que resulte cómoda y en la que se pueda relajar
* Si se siente confort en la postura, es fácil olvidarse del cuerpo e indagar en el mundo interior*
Meditar tumbados no es recomendable excepto en casos particulares en los que la persona no pueda estar sentada debido a lesiones graves o dolores severos.
PREPARACIÓN PREVIA PARA MEDITAR
Es aconsejable aunque vengamos de realizar una sesión de yoga.
La finalidad sería la de ajustar la postura con la intención de que el cuerpo molestara
lo menos posible durante el tiempo que dure la práctica.
Podemos hacer una relajación breve luego de mover la columna con suaves oscilaciones y dejar la atención en la respiración o realizar algún pranayama.
DURACIÓN DE LA PRÁCTICA DE LA MEDITACIÓN
En prácticas iniciales no debemos superar los 20 minutos
En un nivel medio podemos acercarnos a los 25 – 30 minutos
Para un nivel avanzado entre 30 y 45 minutos
LA FUNCIÓN DE LA RESPIRACIÓN
Podríamos decir que es una herramienta básica y adecuada en prácticas iniciales para calmar la actividad mental.
Sin embargo, una vez que se aquieta la mente, una vez acabada la preparación para la meditación, sea cual sea, se debe dejar a un lado la observación del proceso respiratorio ya que, durante la meditación, no existe la más mínima atención a la respiración, es más, se deja de percibir.
LA MENTE EN LA MEDITACIÓN
Nuestra mente es un fluir continuo de pensamientos que no cesa. Uno va seguido de otro y así sucesivamente.
Sin embargo, en realidad, un pensamiento va espaciado del siguiente creando un momento de “vacío”.
Es posible percibir ese vacío entre los contenidos de la mente si se mantiene una actitud de atención sin esfuerzo.
La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que pensamos.
Nos identificamos con lo que pensamos y nos convertimos en nuestro contenido mental y emocional.
Por ello es clave lograr des identificarnos de lo que aparece en la mente, para poder trascenderlo y observarlo desde la distancia.
Los pensamientos se detienen cuando eres consciente de que estás pensando y los detectas.